domingo, 17 de octubre de 2010

Consagración a la Preciosa Sangre de Jesucristo

(Favor recitar diariamente y meditando)

Salvador Misericordioso, consciente de  que soy  nada ante Tu majestad, me postro a Tus pies, y  te agradezco las innumerables pruebas de la gracia que te has dignado derramar sobre tan ingrata criatura.

Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu Sangre Preciosa, del poder destructor de Satanás.

En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Guardián, mi Santo patrono, y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, y de todo corazón, OH!  queridísimo Jesús, a Tu Sangre Preciosa, con la que redimiste al mundo del pecado, de la muerte y del infierno.

Te prometo, con la ayuda de Tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, que es el precio de nuestra redención, para que Tu adorable Sangre sea honrada y glorificada por todos.

De esta forma, quiero reparar  mi deslealtad a Tu Sangre Preciosa de Amor, y compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra el inestimable precio de su salvación. 

Que mis propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que haya cometido contra Ti, OH! Santa y Preciosa Sangre, queden  borrados.

Mira, oh!  querido Jesús, te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te hayan  ofendido.
¡OH  Divino Salvador! Báñame  a mí y a todos los hombres con Tu Preciosa Sangre, para  que podamos  ¡OH Amor Crucificado!  amarte de ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de nuestra Salvación. Amén.

Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros,   ¡OH Virgen siempre gloriosa y bendita! 
Amen.